Imagen:CÉSAR QUIAN
Heridas que buscan cura por la red
Una consulta telemática permite a enfermeras de primaria, el Chuac y residencias de mayores enviar imágenes para asesorarse sobre úlceras resistentes o complicadas
A CORUÑA / LA VOZ
Las heridas crónicas de la piel, fundamentalmente úlceras por presión que se producen en personas encamadas o en silla de ruedas, son un problema más común de lo que se cree y no tan banal como se puede pensar. Su importancia, tanto cuantitativa como cualitativa para los enfermo que las sufren, es una de las razones por las que la Xerencia de Xestión Integrada de A Coruña cuenta con una Unidad de Heridas, a cargo de dos profesionales de enfermería, Silvia Prenas y Camilo Raña, que apuesta por facilitar la asistencia a estas lesiones aprovechando las nuevas tecnologías. «Tenemos una consulta telemática -explica Prenas- para que cualquier profesional pueda enviarnos la foto de la herida, la descripción del caso, los antecedentes, el problema de salud que tiene el enfermo y las dudas sobre el tratamiento, las medidas preventivas….».
Aunque la unidad tiene su sede física en el centro de salud de San José, «abarcamos todo el ámbito sociosanitario», añade la enfermera, de modo que las peticiones llegan de los profesionales de los 72 centros de atención primaria del área coruñesa, de cualquiera de los servicios hospitalarios integrados en el Chuac, y también de las más de veinte residencias de la tercera edad y personas con dependencias distribuidas por el ámbito geográfico que se cubre desde la gerencia integrada de salud. Si los dispositivos pertenecientes al Sergas lo hacen utilizando el programa informático integrado en red, para los centros de la tercera edad y de personas con discapacidad, han habilitado un correo electrónico que cumple idéntica función de tele-enfermería. Además, la unidad cuenta también con una línea telefónica en la que atender cuestiones de urgencia.
Cuando reciben una teleconsulta, los enfermeros de la unidad de heridas «si es necesario, nos ofrecemos para ir a ver al paciente allí donde esté», señala Silvia Prenas, que destaca que aunque este sistema se puso en marcha ya hace tiempo, ahora trata de impulsarse su uso «y todos los días tenemos alguna petición».
La intención del equipo es seguir potenciando este tipo de iniciativas, como el uso de la aplicación para petición de apósitos y valoración de heridas, y «desarrollar otras herramientas para seguir incentivando la formación y la investigación en heridas». De esta forma, consideran que no solo se favorece un uso razonable y eficiente de los recursos, importante para la sostenibilidad del sistema público, sino que también se presta apoyo al profesional con el objetivo final de «mejorar la calidad de vida de los enfermos», recalca
«Los cambios posturales son básicos y deben priorizarse»
Las heridas crónicas en la piel, ya sean úlceras por presión, lesiones por humedad o llagas generalmente en las piernas por problemas venosos, arteriales o neuropáticos, tienen una incidencia creciente, sobre todo en el caso de las que suelen afectar a personas encamadas o en sillas de ruedas por permanecer en una misma posición demasiado tiempo. Hay que tener en cuenta que el deterioro cognitivo y la pérdida de movilidad se asocia a la edad y al envejecimiento, por lo que es norma en gran parte de los usuarios de la sanidad.
A ello se suman otros pacientes, como los afectados por las úlceras neuropáticas -complicación que padecen entre el 15 y el 25 % de las personas diabéticas-, que son el principal factor de riesgo de pérdida de una extremidad y la primera causa de amputación no traumática.
«Es importante recordar que hasta el 95 % de las úlceras por presión son evitables con una buena prevención», recalca Prenas. Los cambios posturales regulares, la nutrición, la hidratación, el uso de colchones antiescaras o de superficies de alivio de la presión y la aplicación de aceites específicos para mejorar la circulación son algunas de las medidas preventivas para un colectivo que es especialmente significativo en las residencias de la tercera edad.
En el Chuac, asegura la profesional de la Unidad de Heridas, a través del servicio de Calidad se trabaja en que los enfermos hospitalizados con riesgo reciban esos cuidados. «Los cambios posturales son básicos y se deben priorizar; es verdad que la presión asistencial a veces lo dificulta, pero en nuestra área se trabaja bastante bien y en úlceras estamos por debajo de los índices medios que se nos piden. Claro, siempre hay margen para la mejora y el objetivo es conseguir que no se produzcan úlceras».