El Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento en Úlceras por Presión y Heridas Crónicas (Gneaupp) alerta que el 95% de estas dolencias del paciente que tiene que estar muchas horas en cama o sentado podrían evitarse con una correcta atención con un protocolo adecuado. Conocidas como llagas, escaras o úlceras por decúbito, son lesiones que afectan a la piel o trascendiendo a ésta, a nivel de hueso, músculo o estructuras de sostén.
El director del grupo, Javier Soldevilla, cifra en 90.000 los ciudadanos en España que a diario padecen «esta epidemia». Para concienciar a la población y visibilizar el problema, los expertos alertan que la úlceras por presión aumentan el riesgo de mortalidad en cuatro veces si media una complicación frecuente como es la infección. «En España son escasas las demandas planteadas a nivel civil o penal por no evitar lesiones, contra profesionales sanitarios o instituciones y prácticamente son inexistentes las denuncias por mala praxis en la aplicación del tratamiento», explica Soldevilla.
Según los datos preliminares del tercer estudio nacional de prevalencia, realizado en el 2009 por el grupo nacional, se deduce que de todos los pacientes ingresados en hospitales, entre un 10-12% presentan al menos una úlcera; de todos los pacientes mayores de 14 años atendidos desde la atención primaria en programa de atención domiciliaria, entre un 5,85 y 9%; de todos los residentes de centros socio-sanitarios (residencias asistidas…), se puede hacer una estimación de que el 12% las sufre.
De la totalidad de casos, se puede estimar que cerca de un 85% son personas mayores de 65 años. El número estimado de úlceras por presión por paciente se cifra en torno a 1,7. Casi un 50% de todas las úlceras en todos los niveles asistenciales son lesiones profundas (estadios III y IV), con dimensiones que oscilan como media entre los 7,5 cm2 a 43 cm2, en dependencia de su estadio y con antigüedades medias entre 50 días las más leves a más de 275 días las más severas. Las localizaciones más habituales son el sacro (30-35%), los talones (20-30%), trocánteres (10-20%).
El coste del tratamiento de estas llagas en España supera los 600 millones de euros cada año. La industria de los apósitos para heridas factura 150.000.000 de euros anuales.